Este vasto edificio de planta basilical (1738-1755) fue construido tras la conversión de los Albertinos al catolicismo romano, lo que les permitió acceder a la corona polaca. Fuertemente inspirada en el barroco italiano, está dominada por un campanario de 86 m de altura. Numerosas estatuas de santos y apóstoles decoran el edificio. Un cuadro de Mengs, la Ascención (1750) decora el altar mayor. Dentro de la cripta se conservan los sepulcros de varios reyes y príncipes de Sajonia.