Situado en el extremo de la ciudad vieja, el Castillo de San Antón parece defender aún la entrada del puerto. Elemento esencial en el sistema defensivo de La Coruña, esta fortaleza fue construida en el s. XVI en época de Felipe II. Sus casamatas han servido de prisión a personajes ilustres como Malaspina. En la actualidad, alberga el Museo Arqueológico e Histórico que cuenta, entre otras cosas, con una notable colección de orfebrería prehistórica.