Mucha madera, estufa de loza, cuadros por todas partes... ¡el sitio es de lo más típico! Elaborada cocina de corte hogareño con propuestas como el cordon bleu o el veluté de bogavante flambeado. Magnífica terraza: mientras come escuchará de fondo el riachuelo que discurre entre los frondosos arces. El establecimiento, de organización familiar, cuenta también con coquetas y cuidadas habitaciones.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN