El antiguo La Table du Baltimore se ha convertido en el Carte Blanche, y el nombre le va como anillo al dedo. Y es que además de una carta de corte clásico, el cliente puede elegir un producto específico, que será cocinado a su gusto después de una charla con el chef… El concepto es muy interesante, y sus papilas seguro que lo agradecen.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN