Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
En un plácido pueblo que domina un bucólico valle encontramos esta bonita casita de montaña de 1890 donde lo antiguo cohabita en perfecta sintonía con el diseño contemporáneo en un restaurante completamente renovado. En una sala de montaje minimalista podrá deleitarse con una cocina elaborada con productos de calidad, presentadas en diferentes menús de degustación. ¡Un auténtico flechazo!
- Los inspectores de la Guía MICHELIN