Por la noche podrá instalarse en el bonito comedor, señorial y muy dieciochesco, o en la terraza panorámica y admirar el sol ponerse tras el Luberon. Deliciosos platos a mayor gloria de Provenza, sus productos nobles y sus sabores (salmonete de roca con costra de aceitunas negras y jugo de bullabesa), a los cuales se suman hoy otros más contemporáneos (raviolis de cigala con caldo dashi a las hierbas frescas). Una cocina, pues, para todos los gustos. A mediodía, carta similar en L'Orangerie.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN