Es un verdadero placer instalarse en una de las dos mesas comunes, exquisitamente aparejadas. El chef (que ha pasado por el Auberge de l’Ill) deleita a sus comensales con creaciones muy actuales: ¡el complemento perfecto a un hotel de excepción! Además, cada semana propone un guiso distinto.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN