Este bonito restaurante situado en la isla Piot goza de la calma que reina en las riberas del Ródano. Cocina muy en sintonía con las estaciones y que revela desde el primer bocado la maestría de un chef apasionado por la gastronomía. En invierno, la chimenea chisporrotea en el interior y cuando llega el buen tiempo se puede disfrutar de la terraza.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN