¿Para qué sirve la caja negra de los próximos coches nuevos?
El dispositivo permitirá almacenar el conjunto de parámetros de conducción previos a un accidente –velocidad, régimen del motor, fase de aceleración o frenada, cinturones abrochados o no, uso o no del intermitente, fuerza de la colisión, inclinación del vehículo segundos antes y segundos después del accidente, etc.–, lo cual debería de ayudar a comprender mejor las causas de un accidente. La caja negra será una pequeña caja equipada con un chip en el que se irán almacenando todos estos datos. Hay que señalar que, en principio, el acceso a los datos contenidos en las cajas negras estará reservado exclusivamente a los investigadores, autoridades judiciales e institutos de investigación y que, al contrario de lo que ocurre en los aviones, no será grabada ninguna conversación ni ningún dato personal relacionado con el conductor o sus acompañantes.
La instalación obligatoria de esta caja negra, decidida por el Parlamento Europeo en 2019, busca mejorar la seguridad en carretera e incrementar la protección de los ocupantes de los vehículos. La decisión será aplicable a las nuevas homologaciones de coches (además de camionetas, camiones y autobuses) que se produzcan en todo el territorio europeo a partir del 6 de julio de 2022. Los vehículos de ocasión no estarán pues obligados a disponer de estos nuevos equipamientos.
Además de con esta caja negra, cada vehículo nuevo fabricado en Europa deberá contar con un asistente de velocidad inteligente, interfaz para la instalación de un alcoholímetro antiarranque, sistema de advertencia de somnolencia y pérdida de atención del conductor, señal de frenado de emergencia y sistema de control de la presión de los neumáticos.
