¿Nos dirigimos a la desaparición de las señales de tráfico?

La tecnología integrada sumada a la geolocalización exacta de los vehículos podría hacer que las señales de tráfico y los límites de velocidad dejaran de ser necesarios en un futuro no lejano. La idea consiste en que la información transmitida por las señales llegue directamente al conductor a través del panel de instrumentos y que el coche se adapte automáticamente a la velocidad autorizada. Actualmente, Ford está probando la viabilidad de este proyecto en Alemania.
¿Nos dirigimos a la desaparición de las señales de tráfico?
©Ford

La era de los coches conectados y geolocalizados podría suponer el fin de las señales de tráfico y de los límites de velocidad tal y como los conocemos actualmente. Además de combatir la contaminación visual en las ciudades y en las carreteras, esta solución podría hacer que las calles fueran potencialmente más seguras para los demás usuarios de las mismas, empezando por los peatones.

A día de hoy, los sistemas avanzados de asistencia al conductor están contribuyendo en buena medida a que los conductores respeten los límites de velocidad autorizados. La idea en este caso consiste en avisarlos en tiempo real, a la vez que el vehículo se va adaptando por sí solo a los diferentes límites de velocidad. Esto es lo que Ford está probando actualmente con su sistema de control de velocidad Geofencing.

En concreto, el conductor recibe la información directamente en el panel de instrumentos: en caso de que haya un nuevo límite de velocidad, la cifra parpadea por debajo de la velocidad que lleve en ese momento, mientras que el vehículo va reduciendo automáticamente su velocidad de acuerdo con la geolocalización de la zona. En cualquier momento, el conductor puede desactivar el sistema y el control de límite de velocidad. En el futuro, este sistema podría permitir a los conductores establecer sus propias zonas de velocidad limitada, por ejemplo, en almacenes o en instalaciones privadas.

Actualmente, Ford está realizando pruebas en Alemania. El fabricante estadounidense está utilizando dos vehículos utilitarios para analizar el impacto que tienen los límites de velocidad en la fluidez del tráfico y en el riesgo de accidentes. Está previsto que las pruebas, realizadas en todas las zonas 30 del centro de Colonia y en algunas zonas 50 de la misma ciudad, duren un año.