Chupar en lugar de soplar: ¿el futuro del alcoholímetro?

¿Y si nos replanteáramos el funcionamiento del alcoholímetro para hacerlo más práctico? A principios de este verano, los participantes en un festival de música finlandés llevaban una pulsera que podían chupar cada vez que querían comprobar la tasa de alcoholemia…
Chupar en lugar de soplar: ¿el futuro del alcoholímetro?
©Karhu

Tras unas cuantas copas (quizá demasiadas) o en pleno festival, el mayor inconveniente del alcoholímetro –ese adminículo pese a todo tan necesario antes de volver a ponerse al volante– es precisamente su lado (poco) práctico. Antes de salir de copas, nadie o casi nadie se acuerda de meter uno en el bolso o en el bolsillo. Por eso mismo, deberíamos replantearnos su funcionamiento de cara a fomentar su uso. En este sentido, el futuro quizá pase por chupar en lugar de soplar.

La marca de cervezas Karhu, rama finlandesa del gigante Carlsberg, ha tenido la idea de crear un innovador alcoholímetro en forma de pulsera. Los asistentes al Solstice Festival, celebrado en el norte de Finlandia el pasado mes de junio, llevaban en la muñeca una banda que les permitía comprobar el nivel de alcohol en sangre en cualquier momento. Su utilización era de lo más fácil: solo tenían que despegar una tira y pasar la lengua por encima.

Este lickalyzer –contracción de lick (“chupar” en inglés) y analyzer (“analizar”)– diseñado por la empresa Promilless y validado por el Centro de Investigación Técnica (VTT) de Finlandia está dotado de una tecnología muy precisa capaz de detectar la presencia de alcohol en sangre desde cero hasta 0,05%. El gran interés de esta innovación reside en la posibilidad de controlar el propio nivel de alcoholemia en cualquier momento y poder así adaptar el consumo de alcohol, tomar un vaso de agua o, mucho mejor, esperar un rato antes de volver a ponerse al volante.