Carburantes bajos en carbono de aquí a 2035

El grupo petrolero Shell se ha asociado con la empresa francesa Global Bioenergies para desarrollar carburantes bajos en carbono. El objetivo es proponer una alternativa “limpia” a los componentes actuales de aquí a 2035. El pasado verano se entregaron las primeras partidas destinadas a llevar a cabo las primeras pruebas…
Carburantes bajos en carbono de aquí a 2035
©Erik Mclean / Unsplash

Un carburante bajo en carbono es un combustible de origen no fósil y con una huella de carbono muy baja, obtenido, por lo general, a partir de la biomasa o de residuos orgánicos. En el marco del acuerdo entre ambas empresas, la primera etapa consiste en estudiar nuevas soluciones basadas en componentes de gasolina derivados de materias primas de origen biológico. El objetivo a medio plazo es la identificación y desarrollo de métodos de fabricación que permitan obtener componentes con un índice de octano elevado. Esta apuesta por el isobuteno renovable podría, en un futuro, ayudar a reducir las emisiones de CO2 hasta un 70% con respecto a su equivalente en hidrocarburos.

Pese a que, en Europa, la prohibición de vender coches nuevos con motores térmicos entre en vigor en 2035, todavía habrá que esperar bastante tiempo hasta que el último coche de gasolina o gasoil haya desaparecido de nuestras carreteras y, hasta entonces, habrá que proponerles un carburante compatible con los objetivos de reducción de las emisiones de CO2.

Global Bioenergies es especialista en la conversión de recursos vegetales en diferentes sectores, entre ellos el energético. Además de trabajar en la reducción de las emisiones de CO2 de los transportes por carretera, la empresa opera en el sector del transporte aéreo con el fin de contribuir a la lucha contra el calentamiento global. De hecho, acaba de hacer entrega de una primera partida de carburante de aviación sostenible destinado a unas pruebas encargadas por el Ministerio francés de las Fuerzas Armadas.