Adelántate al invierno

Lluvia, frío, nieve… Hazle un “repaso” a tu vehículo y adapta tu modo de conducción a las condiciones invernales.
Adelántate al invierno
©kvkirillov/iStock

Cambia de neumáticos

Los neumáticos de invierno hacen que conducir a bajas temperatura sea más seguro, ya que mejoran:

  • La motricidad.
  • La adherencia a la calzada.
  • Las distancias de frenado.

Los neumáticos de invierno son obligatorios en algunos países. Si viajas por Europa, asegúrate de cumplir con la normativa local.

Cuidado: es importante utilizar cuatro neumáticos de invierno para mantener el correcto control del vehículo y garantizar la seguridad. Con solo dos montados en el eje del motor conseguirás mejorar la motricidad en el arranque, pero la adherencia a la calzada podrá verse alterada en condiciones invernales.

La presión de los neumáticos disminuye a medida que caen las temperaturas: vigila la presión de los mismos durante todo el invierno.

Cumple las reglas básicas

En invierno, asegúrate de que:

  • El depósito del lavaparabrisas esté lleno.
  • La batería esté cargada.
  • Tanto los antiescarcha delantero y trasero como el sistema de calefacción del vehículo funcionen correctamente.
  • Los limpiaparabrisas y los faros funcionen.
  • La rueda de repuesto esté llena y a la presión correcta.

En caso de duda, recurre a un profesional para que te ponga el vehículo a punto.

Adelántate a cualquier emergencia

Si te quedas atrapado-a en el frío, te alegrarás de llevar:

  • Un kit de primeros auxilios.
  • Agua y alimentos.
  • Mantas y ropa de abrigo.

Planifica tu ruta

Las previsiones del tiempo y las informaciones acerca del estado de las carreteras pueden ayudarte a evitar situaciones de peligro y a reducir los tiempos de desplazamiento: consulta ViaMichelin.

Limpia tu vehículo

Antes de salir a carretera, quita toda la nieve y escarcha del coche. La nieve residual puede salir volando y reducir tanto tu propia visibilidad, como la de los demás conductores. Presta especial atención a los faros, ventanillas y retrovisores, que deben estar limpios y sin nieve ni escarcha.

Conduce con prudencia

Con mal tiempo, reduce la velocidad, calcula distancias de frenado más largas y evitas las aceleraciones y frenadas bruscas.
En caso de mala visibilidad, lleva encendidas las luces de cruce.